Durante su intervención ante los parlamentarios, Goldbaum explicó que ese tipo de violencia busca herir a la mujer a través de los que más ama, los hijos u otros familiares cercanos, y esto se observa cuando el agresor, que es una expareja, no tiene control directo sobre la mujer.

Ella acusó al mandatario de utilizar a la hija que tienen en común para causarle dolor y también a su padre, hermano y a todas las personas que la han apoyado y defendido.

Según expresó, ese comportamiento es una forma de abuso cruel y devastador, que quiebra por dentro, destruye y la hace sentir culpable de ver sufrir a sus seres queridos.

Afirmó que desde su separación en 2019 ha sido objeto de una persecución judicial y que suman 42 demandas en su contra y de su familia.

“Solo quiero que el pésimo enemigo me deje en paz. Quiero que mi hija esté rodeada de libertad y sin decenas de policías tratando de llevársela”, dijo Goldbaum, ante el Pleno de la Asamblea.

Aseveró que en su caso, la violencia se ha intensificado por parte del actual gobernante con el uso del andamiaje estatal y judicial, con su poder económico y político.

Otras mujeres también acudieron este martes al Legislativo y contaron sus historias para respaldar la incorporación de la violencia vicaria en el denominado Código Orgánico Integral Penal (COIP).

La Asamblea informó que la discusión del tema contribuirá a fortalecer las leyes en Ecuador y proporcionará herramientas para una mejor protección de las mujeres frente a este tipo de agresión.

El proyecto que apoya la exesposa de Noboa fue presentado en 2024 por la asambleísta Gissela Garzón, de la Revolución Ciudadana (RC), y existe otro anterior de 2022, pero no han sido tratados aún en ninguna comisión legislativa.

La denuncia de Goldbaum tiene lugar en medio del proceso electoral, donde Noboa busca la reelección y se enfrentará en las urnas en la segunda vuelta del 13 abril a la candidata presidencial Luisa González, de la RC.

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