Mediante un mensaje en sus redes sociales, el mandatario señaló que ante la escalada de violencia en el país, “empieza la ayuda internacional”, a pesar de los cuestionamientos a esa empresa.

Noboa señaló que se reunió con Prince para establecer “una alianza estratégica para fortalecer nuestras capacidades en la lucha contra el narcoterrorismo y la protección de nuestras aguas de la pesca ilegal”.

Hasta ahora no han trascendido detalles sobre ese acercamiento del mandatario sudamericano con el director ejecutivo de Blackwater, considerado como un ejército privado.

Según una imagen que circula en las plataformas digitales, en la reunión estuvieron presentes los ministros del Interior, John Reimberg, y de Defensa, Gian Carlo Loffredo, así como el director del Centro de Inteligencia Estratégica, Michele Sensi-Contugi.

El mensaje de Noboa fue criticado por usuarios en la red X por considerar que ahora el jefe de Estado busca enfrentar la inseguridad con mercenarios, mientras otros se preguntan quién pagará ese servicio que no se enmarca en una ayuda formal.

“El pequeño oligarca acaba de anunciar una «alianza estratégica» con su paisano Erik Prince, fundador de Blackwater (hoy Academi-Constellis), una de las mayores compañías de mercenarios del planeta, responsable del asesinato de civiles y el tráfico de armas, entre otras cosas”, advirtió el profesor universitario Miguel Ruiz.

El anuncio ocurre luego que el mandatario reiterara la víspera, en una entrevista radial, sus intenciones de que fuerzas especiales extranjeras apoyen a la Policía y a las Fuerzas Armadas en los operativos contra el crimen organizado.

“En pocos días empezarán a ver el efecto de tener asistencia internacional (…) que entren a las zonas más difíciles, como Nueva Prosperina”, dijo el gobernante en relación al barrio de Guayaquil, donde la semana pasada tuvo lugar una masacre que dejó 22 muertos.

Ecuador sufre una crisis de seguridad y los sucesos violentos son cada vez más intensos.

El país suma más de mil homicidios en lo que va de año, a pesar de las declaratorias de estado de excepción y otras medidas que incluyen la militarización, con las cuales el gobierno de Noboa busca frenar el crimen organizado.

npgavr