La institución criticó en un comunicado la orden del ministro israelí de Energía e Infraestructura, Eli Cohen, de detener los envíos de electricidad al enclave costero.
Aunque las autoridades de Gaza advirtieron que el suministro era limitado debido a los altos niveles de destrucción causados por el Ejército israelí, permitían el funcionamiento de la planta desalinizadora de Deir el-Balah, vital para la entrega de agua potable a los civiles.
La medida paralizó los servicios básicos, en particular los sistemas de salud, de agua y de saneamiento, subrayó la Unión.
El organismo destacó la necesidad urgente de proporcionar suministros suficientes y sostenibles de agua y electricidad a la Franja.
Tales acciones son la continuación de políticas punitivas contra los civiles palestinos, lo cual constituye una flagrante violación del derecho internacional humanitario y exacerba el sufrimiento de los residentes de Gaza, afirmó.
Señaló que la negativa a permitir el ingreso de materiales de construcción, repuestos, maquinaria y sistemas energéticos alternativos limitó la capacidad de los municipios para encontrar soluciones efectivas y profundizó la crisis.
Ante esa situación, llamó al mundo a actuar de inmediato para impedir el total colapso de Gaza.
Esta semana el portavoz del Ministerio de Salud del enclave, Khalil Al-Daqran, advirtió que el bloqueo supone un gran peligro para la vida de los pacientes y los heridos.
Al-Daqran explicó que durante la tregua de seis semanas, iniciada el 19 de enero hasta el 2 de marzo, Israel apenas permitió el ingreso de suministros que cubrieron el 15 por ciento de las necesidades.
Alertó que unos 25 mil pacientes y heridos en la Franja necesitan tratamiento en el extranjero, pero durante ese periodo solo autorizó a unos mil 150 de ellos, una cifra menor a la acordada, de hasta 200 diarios.
Diversos países, la ONU y organizaciones no gubernamentales criticaron en duros términos la decisión israelí porque amenaza la vida de más de dos millones de palestinos.
Si no podemos hacer llegar suministros médicos a ese territorio, la vacunación rutinaria se detendrá, lo cual tendrá un impacto severo entre los menores, afirmó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.
En tanto, el Programa Mundial de Alimentos señaló que las actuales reservas de alimentos en la Franja son insuficientes para satisfacer las necesidades de sus habitantes.
Las existencias en los almacenes permitirán funcionar menos de dos semanas a las panaderías y cocinas de Gaza, reveló.
Israel paralizó el 2 de marzo la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, horas después del fin oficial de la tregua vigente de 42 días.
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