En lo que va de año, un total de 34 incendios azotaron varias regiones, con al menos 922 hectáreas de bosque y vegetación afectadas, según el más reciente informe del Instituto de Conservación Forestal (ICF).
De esos siniestros, el 38,2 por ciento se produjeron en bosques, dañando 815,5 hectáreas, lo que representa el 88,45 por ciento del área total devastada por las llamas.
El ICF precisó que seis fuegos ocurrieron en microcuencas y otros 10 en áreas protegidas de Honduras, que tiene una superficie de 112 mil 777 kilómetros cuadrados.
Choluteca, sureña región fronteriza con Nicaragua, es la más castigada de los 18 departamentos de la nación centroamericana, con 16 igniciones que dejaron 609 hectáreas dañadas, detalló el organismo.
Estas cifras, sin embargo, representan una disminución del 197,4 por ciento en comparación con el año anterior, destacó el instituto forestal.
Con el apoyo de instituciones como las Fuerzas Armadas e instancias locales, el ICF logró en 2024 atender dos mil 831 quemas, un 90 por ciento de las incidencias, lo cual permitió mitigar el impacto de estas catástrofes.
Las autoridades priorizan las zonas productoras de agua y áreas protegidas con permanentes acciones de prevención, combate y protección de los bosques.
Como consecuencia de la tala ilegal y los incendios, Honduras pierde anualmente entre 50 mil y 60 mil hectáreas.
De acuerdo con estadísticas oficiales, más del 90 por ciento de esos siniestros son causados por el ser humano, pues no se ha logrado un control efectivo del fuego, que a menudo se propaga hacia las montañas.
Estos se desencadenan cuando numerosos campesinos suelen perder el control del fuego, al quemar terrenos con el fin de preparar la tierra para cultivos, sostienen organizaciones defensoras del medio ambiente.
El fortalecimiento de brigadas de emergencia, instalación de sistemas de alerta temprana y campañas de capacitación dirigidas a la población son algunas de las acciones adoptadas por las autoridades de conservación en coordinación organismos locales y comunidades afectadas.
Para este 2025, meteorólogos vaticinan uno de los veranos más calurosos, con temperaturas que podrían superar los 40 grados centígrados.
rc/edu