La cartera comunicó, previamente este mismo domingo, que en la movilización tomaron parte unas 107 mil personas, quienes se organizaron desde el viernes, y la mayoría de ellas provenían del interior del país balcánico.
Igualmente señaló que se restableció el transporte y el tráfico por el centro de la ciudad, y que activistas progubernamentales recogen la basura dejada después de la protesta, la cual se disolvió de forma espontánea en las primeras horas del día.
Por su parte, el presidente Aleksandar Vucic declaró que 56 personas resultaron heridas durante las protestas y 22 fueron detenidas.
Agregó, que algunos manifestantes violentos atacaron en varias ocasiones a los agentes de la policía «tratando de obstaculizar el cumplimiento de sus funciones y causar disturbios».
Vucic había afirmado que se reprimirá con firmeza cualquier intento de tomar por la fuerza las instituciones del Estado y que los participantes en los actos por disconformidad serán castigados con penas de entre tres y 15 años de cárcel.
Anteriormente, el primer ministro Milos Vucevic declaró que los protagonistas de las protestas en Serbia planeaban llevar a cabo un bloqueo total de la capital el 15 de marzo e intentar tomar por la fuerza las instituciones del Estado.
Tales acciones suceden en la nación desde el otoño pasado, después que 15 personas murieran cuando colapsó una marquesina de hormigón en la estación de tren de Novi Sad, el 1 de noviembre.
Las autoridades serbias indicaron que el objetivo de los manifestantes es derrocar al presidente y que ellos eran financiados por Occidente.
Según Vucic, en cuatro años se transfirieron desde el extranjero a las cuentas de la oposición unos mil millones de euros para esos fines.
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