El cineasta palestino fue liberado está tarde después de pasar una noche en prisión en un campamento militar, informó el medio de comunicación israelí Yedioth Ahronoth.
Según el realizador, lo mantuvieron bajo duras condiciones de reclusión y «lo golpearon mientras estaba en el suelo».
La Fiscalía General señaló que Ballal fue detenido bajo sospecha de lanzar piedras junto a otros palestinos, pero un testigo presencial del incidente afirma que se trataba de una afirmación falsa y que fue arrestado sin motivo.
«Pasaron la noche encadenados en el suelo con los ojos tapados y las manos atadas, y pasaron la noche en un frío terrible sobre un andamio», indicó la productora del documental «No other land», ganador del premio de la Academia de Hollywood al mejor documental en 2025.
Afirmó además que «los colonos entraron en su casa, donde fue agredido físicamente en presencia de soldados: lo golpearon en la cabeza y en todo el cuerpo».
Este lunes, Yuval Abraham, el otro codirector israelí de la película, publicó en su cuenta de la red social X: «Lo golpearon y presenta heridas en la cabeza y el estómago. Los soldados irrumpieron en la ambulancia que había llamado y se lo llevaron. No hay rastro de él desde entonces».
Según la nota, ayer, alrededor de las 18.00, hora local, una decena de colonos israelíes atacó el poblado palestino, hiriendo a personas y destruyendo propiedades.
«El grupo de asaltantes llegó con porras, cuchillos y al menos un rifle de asalto; muchos también iban enmascarados. Cinco activistas judíos estadounidenses acudieron al lugar para documentar el ataque y fueron violentamente agredidos por los colonos, quienes también utilizaron piedras para destrozar su vehículo con los activistas dentro», señaló el comunicado.
El documental «No other land» fue filmado por un colectivo palestino-israelí conformado por cuatro periodistas: Basel Adra, Hamdan Ballal, Yuval Abraham y Rachel Szor (de origen palestino los dos primeros e israelí los dos últimos).
La cinta aborda cómo el ejército israelí ha destruido su aldea en Masafer Yatta (Cisjordania), con la justificación de que es una zona necesaria para realizar entrenamiento militar.
El pasado 2 de marzo, los directores del filme protagonizaron el momento más político de la gala de entrega de los Oscar, con su petición de “una solución sin supremacía” al genocidio en Gaza.
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