Las acciones requirieron la intervención de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden de la Policía Nacional de Colombia, de acuerdo con un reporte de W Radio.
En respuesta a los disturbios, el viceministro del Interior Gabriel Rondón, afirmó a la fuente noticiosa que los diálogos que se desarrollaban con ese grupo quedaron suspendidos.
La cartera ministerial procedió entonces a establecer un Puesto de Mando Unificado (PMU), en conjunto con la Alcaldía de Bogotá, para monitorear el desarrollo de la situación.
“Estamos con las puertas abiertas, pero esto no tienen que ver con agresión a ciudadanos, las grandes plataformas sacarán un comunicado rechazando estas acciones. Con estas personas hemos estado reunidos hasta ayer tarde, teníamos una mesa de trabajo hoy para seguir, de la mano del Distrito, pero rechazamos la violencia”, declaró el funcionario.
Añadió que los miembros de las comunidades originarias que hacen presencia en la capital no hacen parte de los grupos reconocidos en la interlocución con los pueblos indígenas del país.
Por su parte, el gobernador suplente del resguardo indígena La María, Jhon Almendro, afirmó que las acciones de protesta no incluyen agresiones contra la ciudadanía y que el motivo de sus reclamos es ser escuchados por el Gobierno Nacional.
Unos mil 800 indígenas se congregan desde el pasado martes en la céntrica Plaza Bolívar de esta capital, quienes exigen ser recibidos por el presidente del país, Gustavo Petro.
Según apuntó el gobernador del resguardo Misak de La María de Cauca, Luis Enrique Yalán, buscan exponer al mandatario la situación que tienen en sus localidades.
Comentó además que se están incumpliendo una serie de garantías consagradas en la Constitución sobre las prerrogativas de los pueblos originarios como el derecho al acceso a la tierra, a constituir resguardos, al registro de autoridades, entre otros.
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