Durante el primer trimestre esos envíos se incrementaron 20,5 por ciento, o sea, doble dígito en comparación al mismo periodo del año anterior, subrayó el diario Prensa Libre sobre la base del reporte oficial.
En los dos primeros cierres de este año las autoridades financieras describieron la situación como cantidades extraordinarias e inusuales que estarían asociadas a un mayor monto y frecuencia de envíos, agregó el periódico.
El presidente de la Banca Central, Álvaro González, descartó en declaraciones a Emisoras Unidas que sea algo solo de este país.
Todas las naciones de la región que reciben remesas tienen el mismo fenómeno. Y es que, los migrantes, ante el temor de las deportaciones, están enviando más dinero, remarcó.
La política del Gobierno de Estados Unidos no ha reflejado un aumento de personas retornadas, sino al contrario, amplió el funcionario. Otro aspecto importante es que el control fronterizo ahora sí es muchísimo más estricto, acotó.
Esa migración neta, diría que va a empezar a reflejar, en el mediano plazo, cierto impacto en el envío de remesas. Si estas políticas se vuelven más agresivas, claramente, entonces podríamos empezar a ver una reducción, detalló.
Por ahora el escenario base sigue siendo un incremento del seis por ciento para 2025 en el flujo de remesas familiares, lo que equivaldría a aproximadamente 22 mil 800 millones, comentó antes el presidente del Banco del país.
No obstante, insistió que esta proyección podría ajustarse conforme se observe un alza sostenida.
El Banco de Guatemala confirmó un récord histórico en la recepción de remesas al cierre de 2024, de unos 21 mil 510 millones de dólares, mayormente de connacionales radicados en Estados Unidos (Cancillería calcula tres millones).
Informes dan cuenta que la tierra del quetzal duplicó en cinco años, a partir de 2019, la cantidad de envíos recibidos por este concepto, con 10 mil 508,3 millones en ese año.
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