«Por el amor de Dios, tienes que ayudar a la gente a acabar con esta marca de siete millones, hace 51 años… Ustedes ya han hecho casa, todo el mundo aquí ya debe haber hecho mucha casa, pero algo está pasando, parece que estamos secando hielo», declaró Lula.
Tal demanda afloró durante su intervención en la ceremonia de apertura del Encuentro Internacional de la Industria de la Construcción que tuvo lugar en el Pabellón 8 de Sao Paulo Expo, como parte de la Feria Internacional de la Construcción Civil.
Incluso esa enorme deuda habitacional se mantiene, pese a las miles de unidades que fueran construidas y entregadas por medio del programa Minha Casa Minha Vida (Mi Casa Mi Vida).
Acompañado por ministros del Gobierno y otras autoridades, Lula discursó para luego partir hacia Tegucigalpa, capital de Honduras, donde asistirá mañana a la novena Cumbre de jefes de estado y Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
El gobernante argumentó en su alocución que solo la estabilidad y la previsibilidad pueden promover el desarrollo nacional, exactamente lo que predicó durante la campaña electoral de 2022.
Luego condenó al presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, por sus recientes medidas que crearon gran revuelo en el mundo, especialmente en el ámbito económico y político.
Entre las acciones de Trump que causaron más impacto figura el anunció de un arancel mínimo de 10 por ciento a todas las importaciones, incluidas las provenientes de Argentina, Chile y Brasil, lo que afecta a la minería y otros sectores estratégicos.
Los mercados financieros reaccionaron con fuertes caídas y el nerviosismo se trasladó a sectores como el tecnológico, el energético y el minero.
«No va a funcionar (…) Nadie bromea que el mundo no existe, con casi 200 países», señaló Lula al respecto.
Llamó a que se tenga claridad: «necesitamos estabilidad económica, necesitamos estabilidad fiscal, necesitamos estabilidad social y necesitamos previsibilidad».
Al arengar también en el evento, el ministro jefe de la Casa Civil, Rui Costa, expuso la cantidad de obras que fueron retomadas por el Gobierno de Lula: «más de 4,5 mil obras de infraestructura de salud pública paralizadas (…) Más de 3,5 mil escuelas, guarderías, planteles de enseñanza primaria, colegios de educación integral, obras de universidades».
Por su parte, el timonel de la Cámara Brasileña de la Industria de la Construcción, Renato Correia, reconoció que Lula es el jefe de Estado brasileño que más invirtió en viviendas para la población vulnerable del país.
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