Durante la pesquisa los investigadores del Centro Cardiaco Rigshospitalet, en Copenhague, examinaron todas las muertes entre los adultos en Dinamarca en 2010, sobre todo a las personas que tomaban andepresores y a las que sufrieron muerte cardiaca súbita.
Según comunicaron los expertos, la muerte cardiaca súbita implica que el corazón de una persona se detenga inesperadamente debido a algún problema relacionado con este órgano.
Los adultos más jóvenes suelen sufrir muerte cardiaca súbita debido a una enfermedad o a un problema eléctrico del corazón, mientras que las personas mayores suelen ser víctimas de la obstrucción de las arterias, apuntaron.
En general, las personas que habían estado tomando antidepresivos durante uno a cinco años tenían un riesgo un 56 por ciento más alto de muerte cardiaca súbita, y un riesgo más del doble si habían estado tomando los medicamentos durante seis o más años.
Pero el peligro que plantean los antidepresivos parece afectar más a las personas más jóvenes que a las mayores, hallaron los especialistas.
Los resultados muestran que los adultos más jóvenes, de 30 a 39 años, tenían tres veces más probabilidades de sufrir muerte cardíaca súbita si habían estado tomando antidepresivos durante uno a cinco años, y cinco veces más probabilidades si habían estado ingiriendo los medicamentos durante seis o más años.
En tanto, las personas de mediana edad, de 50 a 59 años, tenían un riesgo duplicado de uno a cinco años de uso de antidepresivos y un riesgo cuadruplicado durante seis o más años consumiéndolos.
Mientras, las personas mayores de 70 a 79 años tuvieron un aumento del 83 por ciento en el riesgo de uno a cinco años, y un riesgo duplicado durante más de seis años con los fármacos.
«El aumento en el riesgo de muerte cardiaca súbita podría atribuirse a los efectos adversos potenciales de los antidepresivos», explicó la investigadora principal, Jasmin Mujkanovic.
«Sin embargo, el tiempo de exposición a los antidepresivos también podría servir como marcador de una enfermedad subyacente más grave. Además, el aumento podría estar influenciado por factores conductuales o de estilo de vida asociados con la depresión, como el retraso en la búsqueda de atención médica y la mala salud cardiovascular”, dijo.
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