ALBA-TCP ratifica compromiso con unidad en contexto de Cumbre Celac

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Caracas, 9 abr (Prensa Latina) El ALBA-TCP afirmó hoy que la unidad se manifiesta como una necesidad inminente y un principio ineludible, frente a la decadencia del sistema hegemónico y su caduca geopolítica de dominación.

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) reflexionó en comunicado sobre los retos en la actual coyuntura geopolítica mundial y reafirmó “su completa y reforzada adhesión a la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz”.

El bloque de integración latinoamericano y caribeño reafirmó la “inobjetable moral” que le acompaña desde hace 20 años y aprovechó la ocasión de la celebración de la IX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Celac, para ratificar su compromiso con la unidad.

Los países miembros del ALBA-TCP aprovecharon esta ocasión especial para alzar inequívocamente sus voces, en defensa de la premisa fundadora de este foro unitario de toda nuestra América, la procura de “la unidad dentro de la diversidad”.

La Alianza Bolivariana expresó que durante el siglo XXI la región latinoamericana y caribeña “se ha visto fuertemente amenazada por la irracionalidad del hegemón estadounidense que hoy, más que nunca, se expresa en la pretensión de reconfigurar la dinámica de control imperialista, ya superada”.

Todo ello con el objetivo de seguir arrinconando al mundo en la lógica de la guerra infinita, el saqueo de los pueblos y hasta la debacle nuclear.

Estimó pertinente, en tal sentido, “resignificar los motivos y reorientar las acciones que aseguren los caminos de unión y paz de los pueblos y Gobiernos de Nuestra América”, para superar de conjunto las pretensiones extorsivas y los chantajes improcedentes del disminuido y mortalmente herido Norte global.

De igual manera, condenar la criminalización de las poblaciones migrantes; defender y realzar la identidad de nuestros pueblos; así como neutralizar cualquier intento de imposición de conflictos fabricados por intereses exógenos.

El ALBA-TCP -constituida a partir de los principios de cooperación, solidaridad, complementariedad, respeto a las soberanías nacionales y a la autodeterminación de los pueblo, hizo “un diáfano llamado de alerta para consolidar, de manera perentoria e inaplazable, la unidad de América Latina y el Caribe”.

Sin incurrir, afirmó, en sesgos ideológicos, ni en viejos esquemas de poder, desde el compromiso inexorable de preservar la dignidad sagrada de los pueblos libres de la región, desde el Río Bravo hasta la Patagonia.

Asimismo, revalidó en este escenario su completa y reforzada adhesión a la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, “hoy revestida de vigencia y pertinencia revitalizadas, con la certeza de que la Celac debe consolidarse, con altura diplomática y liderazgo colectivo”.

No sólo como el mecanismo por excelencia de concertación política, para hacer prevalecer la defensa de la paz, la seguridad y la vida de los pueblos de la región, sino también “como vanguardia de un proceso de unión que exige resignificarse en la transición civilizatoria, como alternativa de futuro”, aseveró.

ro/jcd

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