La muestra se adentra en dilemas del ser humano como la soledad y la incomunicación, preocupaciones que centran la obra de la artista visual, en esta ocasión a través de la impresión analógica y la cámara estenopeica, combinadas con herramientas propias de la fotografía digital.
Según la crítica de arte Dannys Montes de Oca, llaman la atención el encuadre, la composición, la distribución de luces y sombras, los altos contrastes, la condición doble de la imagen y la sugerencia de tercera y cuarta dimensión.
Escribió que de ahí la fotógrafa pasa “a una temporalidad que sigue aconteciendo mientras la autora captura el flujo, la fugacidad de los momentos y la relación pasado-presente-futuro, para mostrarnos la naturaleza del tiempo y la forma en que lo experimentamos”.
Una nota de prensa de la Uneac apunta que las piezas de esta exposición conectan con otras anteriores como “El mundo de Karoline”, “Aliento de Cenizas” y “Dentro-Fuera”, donde primó el valor testimonial y documental de personajes y espacios capturados por su cámara.
En este “Viaje Indefinido”, adquieren una connotación especial el diálogo entre la edificación y el entorno, abordados desde la fotografía conceptual, reseñó la publicación.
Rodríguez estudió durante cuatro años en la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad de las Artes y actualmente cuenta con una amplia trayectoria de exposiciones personales y colectivas dentro y fuera de Cuba.
La exposición estará al alcance del público en Villa Manuela durante todos los días que restan del mes de abril.
arc/mml