Petro consideró que existe una tensión a escala mundial entre dos formas de resolver problemas: el multilateralismo y la soledad que conduce a la violencia, en referencia a la obra cumbre del escritor Gabriel García Márquez.
“La multilateralidad hace referencia a lo común, y la soledad a que no tenemos problemas. Un sálvese quien pueda es una especie de neoliberalismo, pero extralimitado del mercado puro hacia el conjunto de la humanidad. Un defiéndase como puedan es ajeno a la especie humana, que solo sobrevive ayudándose”, afirmó.
En este punto sentenció que es necesario profundizar la ayuda y la colaboración mutua, y no caer en la trampa de resolver los problemas en solitario porque eso conduciría a la autodestrucción.
Aseveró entonces que si los países aceptan un solo migrante encadenado se retrocede a la época en la que llegaron los negros africanos encadenados al continente.
“La ayuda común es quitarse las cadenas, no se puede aceptar espacios de discusión sobre migración cuando las causas no se colocan en la mesa. La migración es pobreza, es la diferencia entre el Norte y el Sur, que tiene varias raíces en la crisis climática por la codicia y el consumo basado del Norte en el dióxido de carbono”, expresó.
Hizo referencia entonces a las cárceles en El Salvador, a la que llegan personas deportadas de Estados Unidos por presuntamente pertenecer a bandas criminales.
“No puede llegar un migrante a una cárcel de esas porque sería ser tratado como criminal. Eso es bajar la bandera de la dignidad humana”, estimó.
También opinó acerca del combate contra las drogas en la región, tema sobre el que aseguró es preciso diseñar una agenda diferente.
“La guerra de las drogas no es un problema solo de Colombia, sino que es planetario, tiene que ver con el capitalismo y el mercado, no auscultamos las causas, sino que echamos veneno y lanzamos a jóvenes y campesinos a las cárceles”, remarcó.
Más adelante planteó la necesidad de repensar los modelos sanitarios y de atención médica que colapsaron durante la pandemia de Covid-19.
“No nos sirvieron los sistemas, ni el estadounidense sirvió, nos vendieron las vacunas tardíamente, Cuba lo hizo con su propia vacuna, nos dio un ejemplo de cómo debe hacerse”, sostuvo.
Otro de los temas que abordó fue el potencial de energías limpias de la región, el cual podría ayudar a descarbonizar al planeta, y a la urgencia de establecer una política democrática para la gobernanza de la Inteligencia Artificial y la nube.
Planteó que, aun en medio de las diferencias, a la región le toca abrazarse.
“Debemos escoger la agenda multilateral de la ayuda común y no la agenda de Cien Años de Soledad de América Latina y el Caribe”, concluyó.
Colombia ostentará a partir de hoy, y por el próximo año, la presidencia protempore de Celac.
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