Durante una conferencia de prensa, en la que también participaron funcionarios de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, se informó que la decisión obedece a la mejoría de la situación hídrica y a la favorabilidad de los pronósticos de lluvia en las próximas semanas.
Actualmente, Chingaza (conformado por los embalses de Chuza y San Rafael), cuenta con más de 115 millones de metros cúbicos de agua y supera en seis millones de metros cúbicos la curva óptima de operación, de acuerdo con los expertos.
Destacaron asimismo que el porcentaje de llenado del sistema de abastecimiento de agua potable a la capital alcanza ya el 39,98 por ciento, comparado con el 16,52 por ciento con el que contaba hace un año.
Durante el último año Bogotá se enfrentó a un sistema de racionamiento durante el cual, en dependencia del sector, se prescindía del servicio por 24 horas cada nueve días.
Tras la noticia, el representante por el Pacto Histórico Gabriel Becerra, consideró que, pese al anuncio, las dificultades con el abasto del agua están lejos de ser superada, pues estas no solo se circunscriben al llenado de los embalses.
Manifestó que la crisis tiene que ver, sobre todo, con el modelo de ciudad que se ha estado desarrollando.
“Su administración-en referencia al alcalde Galán- no ha tenido ni la más mínima reflexión sobre cómo adaptar la ciudad al nuevo contexto climático. Por el contrario, contra toda evidencia científica, sigue adelantando grandes proyectos de urbanización que afectarán de manera significativa todo el ciclo del agua en Bogotá”, escribió en sus redes sociales.
Consideró que, para conferir una protección efectiva al abasto de agua, “debemos garantizar la protección de todos los ecosistemas que la conservan, cambiar el modelo desarrollista y, por lo tanto, el modelo de consumo insostenible que agota aceleradamente este recurso fundamental”.
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