La también llamada Sala IV, que concedió a la Presidencia de la República un plazo de tres días, respondió así a un recurso de amparo presentado por el Sindicato de Trabajadores Judiciales, al abstenerse de responderle la Presidencia de la República un oficio sobre el tema, el número 057-S-2025 del 19 de marzo de 2025, añadió el periódico El Mundo.
Esa organización calificó de «graves» las acusaciones del mandatario, por emitirlas en una concentración de protesta frente al Ministerio Público el 18 de marzo, cuando Chaves, junto a ministros y otros ejecutivos, lideró una marcha para solicitar la renuncia del fiscal general, Carlo Díaz.
El sindicato también exigió al jefe de Estado presentar las pruebas que sustenten las acusaciones que formuló, y cuestionó si ya realizó las denuncias correspondientes ante las autoridades competentes.
Chaves –subrayó El Mundo- mantiene una crítica constante ante el Poder Judicial, mediante fuertes acusaciones, en particular, contra el fiscal general y el presidente de la Corte Suprema, Orlando Aguirre.
El presidente formuló ese mismo tipo de denuncias en la citada protesta del 18 de marzo frente a la sede de la Fiscalía, cuando, además, tildó de “corrupto” a Díaz, pidió su renuncia, y coreó junto a los participantes consignas como “fuera”, en alusión al titular del Ministerio Público.
Chaves responsabilizó en general en sus acusaciones sobre corrupción al Poder Judicial y a la Asamblea Legislativa, instancia esta última a cuyo presidente, Rodrigo Arias, también pidió dimitir, mediante su ya acostumbrada invitación contra el diputado de “váyase a casa”.
El presidente calificó a esos sectores de “maquinaria diseñada para proteger a los poderosos contra el pueblo y para callar ante el robo” y aseguró que “al sistema judicial lo capturaron para servir a intereses mezquinos de una élite”.
“Hoy, 18 de marzo de 2025 –sentenció Chaves- será recordado como el día en que el pueblo de Costa Rica despertó”.
Para muchos, la movilización del 18 de marzo, que sumó a simpatizantes del Gobierno, miembros del gabinete, exministros y representantes del pueblo, significó una forma más de rompimiento con los poderes judicial y legislativo, aunque para algunos fue también una forma de estrategia electoral.
rc/apb