La tradición, iniciada hace casi siete décadas, tiene su epicentro en el distrito arequipeño de Alto Selva Alegre y congrega a las autoridades de la región y otras personalidades.
El ciudadano José Francisco Salinas tuvo a su cargo la lectura del supuesto testamento del bíblico traidor y la sátira se enfocó en primer lugar en la presidenta Dina Boluarte, poniendo en tono de humor, menciones sobre las acusaciones en su contra y su escasa popularidad.
Salinas lanzó luego sus mordaces críticas ciudadanas, que recogen el sentir popular, y apuntó al gobernador regional de Arequipa, Rohel Sánchez, mencionando lo que llamó obras imaginarias de las que se precia el funcionario.
Al alcalde provincial de Arequipa, Víctor Hugo Rivera, le llamó la atención sobre sus promesas electororales incumplidas de obras para la ciudad.
“Las vacas se han declarado en huelga de tetas caídas por falta de forraje y vitaminas”, dijo sobre el ministro de Agricultura, Ángel Manero, por su desatención a los productores agropecuarios.
La tradicional actividad terminó con la quema de monigotes colgados con las fotos de los criticados en los rostros y que tenían dentro fuegos artificiales que los hicieron volar en pedazos.
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