Israel cerró casi por completo la Ribera Occidental, ahora el movimiento de la población está sujeto a controles y permisos militares, alertó Khalil al-Tafakji, en declaraciones a la agencia de prensa Shebah.
Señaló que los habitantes de más de 70 comunidades beduinas fueron expulsados de sus zonas de pastoreo, particularmente en el valle del Jordán y en Masafer Yatta, en lo que describió como una política de “vaciar la tierra” en preparación para la anexión.
El analista alertó sobre los intentos israelíes de dividir las zonas palestinas mediante la expropiación de terrenos y construcción de colonias y carreteras para judíos.
Ante esa campaña, instó a la comunidad internacional a adoptar medidas urgentes para hacer frente a “la mayor operación de desplazamiento sistemático desde (la guerra de) 1967”.
La situación actual representa una fase peligrosa de expansión de asentamientos sin precedentes, recalcó.
El pasado mes varios analistas palestinos también condenaron los planes anexionistas del gobierno de Benjamin Netanyahu.
Muayyad Shaaban, jefe de la Comisión de Resistencia al Muro y a los Asentamientos, cuestionó la decisión de ese país de separar 13 barrios de sus respectivas colonias en la Ribera Occidental para declararlos asentamientos independientes.
Esta medida representa un nuevo intento de manipular y fragmentar la geografía palestina, afirmó.
Por su parte, Amir Daoud, director de documentación de la Comisión, estimó que las autoridades del vecino país tiene como objetivo central fragmentar la geografía palestina mediante la expansión de los asentamientos, la confiscación de tierras y la eliminación de cualquier posibilidad de crear un futuro Estado nacional.
La ONG israelí Paz Ahora denunció días antes que las autoridades de ese país aprobaron en lo que va de año la construcción de 10 mil 503 unidades habitacionales para judíos en Cisjordania, más que en todo 2024.
Señaló que la administración de Netanyahu eliminó la supervisión directa de los dirigentes políticos sobre la planificación de los asentamientos.
“Este cambio parece ser parte de la estrategia del gobierno para normalizar la planificación de los asentamientos, reducir el escrutinio local e internacional y aprovechar la atención mundial sobre Gaza para acelerar su expansión”, estimó.
Según datos oficiales, más de 750 mil colonos israelíes viven en Cisjordania y en la zona oriental de Jerusalén, pese a los reclamos de la comunidad internacional, que considera a esos territorios como parte del futuro Estado palestino.
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