Una nota oficial señala que durante las jornadas de luto que se extenderán desde este martes hasta el sábado, cuando se realizará el entierro del Sumo Pontífice, las banderas ondearán a media asta en los edificios públicos y a las 10:00 hora local se guardará un minuto de silencio.

Se expresa además en el documento una invitación a posponer eventos deportivos o de entretenimiento programados, así como a que las manifestaciones públicas de cualquier tipo se suspendan o realicen de manera sobria.

Por otra parte, en esa reunión se emitió un decreto ley con disposiciones urgentes para la organización y gestión de los funerales del Santo Padre y la ceremonia de inicio del ministerio del nuevo Pontífice.

Dicha disposición faculta al jefe del Departamento de Protección Civil, Fabio Ciciliano, para que adopte ordenanzas sin declaración previa del estado de emergencia, con el fin de garantizar la participación ordenada de los fieles en el funeral y la posterior ceremonia que marca el inicio del nuevo pontificado.

Tras conocerse en la mañana del lunes último la noticia de la muerte del Obispo de Roma, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, expresó que “esta es una noticia que nos entristece profundamente, porque nos deja un gran hombre y un gran pastor”.

La mandataria recordó que “en sus meditaciones del Vía Crucis” que se dieron a conocer el pasado 18 de abril, Francisco “pidió al mundo, una vez más, el coraje de cambiar de rumbo, de recorrer un camino que “no destruya, sino que cultive, repare, proteja”, para lograr la paz, el bien común y la construcción de una sociedad más justa y equitativa”.

Por su parte el presidente de esta nación europea, Sergio Mattarella, expresó en un mensaje que “he recibido con gran dolor personal la noticia de la muerte del Papa Francisco, percibiendo el vacío que crea la pérdida del punto de referencia que siempre representó para mí”.

En su nota, Mattarella manifestó que el fallecimiento del Sumo Pontífice “suscita dolor y emoción en los italianos y en todo el mundo” y añadió que “su enseñanza recordó el mensaje evangélico, la solidaridad entre los hombres, el deber de cercanía a los más débiles, la cooperación internacional, la paz en la humanidad”.

El jefe de Estado añadió que “la gratitud hacia él debe traducirse en la responsabilidad de trabajar, como él lo hizo consistentemente, para alcanzar estos objetivos”.

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