En declaraciones a la prensa, el jefe de Matignon resaltó la movilización del gobierno, durante una visita a la prisión de Saint-Quentin-Fallavier, en el departamento de Isère, una de las instalaciones blanco de la delincuencia, acompañado por los ministros del Interior, Bruno Retailleau, y Justicia, Gérald Darmanin.
Bayrou respaldó al personal de las cárceles y recordó que han sido amenazados y atacados incluso en sus casas.
Destrucción de vehículos con fuego, mensajes en las paredes y hasta actos con armas de fuego, al menos uno de ellos con rifles de asalto, forman parte de la cruzada violenta, atribuida a la respuesta de la delincuencia al esfuerzo que lidera Darmanin para aislar en centros de máxima seguridad a los grandes capos de la droga, en aras de impedir que sigan su actividad tras las rejas.
Según Retailleau, desde el domingo 13 de abril se registraron 65 acciones, que obligaron a la Fiscalía Nacional Antiterrorista a asumir las investigaciones.
El ministro del Interior explicó a la cadena BFM TV que los ataques muestran un nivel de coordinación y que impactan a una treintena de departamentos franceses.
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