La nota del ente castrense divulgada este jueves en su página oficial de Telegram precisa que 45 vehículos aéreos no tripulados fueron derribados sobre la península de Crimea; 10, en Kursk; igual cantidad sobre Bélgorod; ocho, en Vorónezh; cuatro, en Briansk, Lípetsk, y Nizhni Nóvgorod; y dos, en la de región de Moscú.

El Ministerio de Defensa, que no refirió los objetivos de los ataques de los drones ucranianos, calificó los golpes de acciones terroristas contra instalaciones rusas.

Por su parte, la agencia rusa del transporte aéreo, Rosaviatsia, informó sobre la introducción de restricciones provisionales de vuelos en los aeropuertos de Zhukovski (al sureste de Moscú), Kaluga, Nizhni Nóvgorod, Kazán y Uliánovsk, por motivos de seguridad.

Las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.

También Crimea, que en 2014 se separó de Ucrania para reincorporarse a Rusia, es uno de los blancos predilectos para ataques e intentos de sabotaje por parte del ejército ucraniano desde que Rusia comenzó su operación militar especial.

Durante los últimos meses, Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tatarstán.

Igualmente, y sobre todo en los últimos dos meses, los militares ucranianos intensificaron sus ataques contra asentamientos poblacionales y vehículos civiles en movimiento.

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