Según la nota, el hallazgo de un hueso de rinoceronte que habitó en las cercanías del río Kek-Bulg hace 2,5 millones de años, fue realizado de forma casual por un empleado de la reserva natural, quien lo entregó a los especialistas de la Academia de Ciencias de Rusia.
Los paleontólogos del Instituto de Ecología de Plantas y Animales del Departamento de los Urales de la Academia Rusa de Ciencias confirmaron que el hueso pertenece a un rinoceronte que vivió en la época del Pleistoceno temprano o incluso antes.
Por su tamaño y otras características, podría pertenecer al género Aceratherium o Chilotherium: rinocerontes sin cuernos, de patas cortas y con una constitución similar a la de un hipopótamo.
La altura del animal era de poco más de un metro y su longitud alcanzaba los tres metros. Tenía colmillos que sobresalían hacia adelante y hacia los lados. Pasaban mucho tiempo en el agua y se alimentaban de vegetación ribereña.
Sus dientes masivos y de forma compleja eran muy adecuados para triturar hojas y brotes jóvenes.
El hallazgo confirma que, en otro tiempo, el sur de Rusia se parecía a la sabana africana: bosques dispersos, valles fluviales y estepas donde habitaban diversos herbívoros y depredadores.
Ahora, el hueso del rinoceronte será conservado en el museo natural-etnográfico de la reserva.
ro/gfa