En un mensaje en redes digitales, la cooperativa con sede en el edificio de un ex centro clandestino de detención y tortura, denunció mensajes amenazantes del gobierno de Javier Milei para que abandonen el lugar, en lo que califican como una estrategia para «vaciar de participación» ese espacio de memoria.

Los denunciantes aseguraron que el edificio está protegido por la Ley de Sitios de Memoria, que promueve actividades educativas y de derechos humanos en esos espacios.

Desde la cooperativa afirmaron que el intento de desalojo es «otro acto de atropello y ataque a la libertad de expresión, en el marco de una avanzada oficial contra medios críticos y espacios de memoria».

Aseguraron que resistirán el desalojo y convocaron a organizaciones de derechos humanos y a la sociedad a acompañar su reclamo.

Las Madres de Plaza de Mayo emitieron un comunicado de solidaridad con los trabajadores, en el cual rechazan el desalojo y recordaron que, durante el gobierno de Néstor Kirchner, se recuperaron espacios que fueron centros de tortura para convertirlos en lugares de vida y cultura.

«Donde hubo muerte, llevar vida; donde hubo tortura, sembrar palabras; donde hubo mentiras para encubrir el horror, llevar la verdad de nuestro pueblo», afirmaron de la oficina de las Madres de Plaza de Mayo.

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