El día 11, De Moraes acogió un pedido de la defensa y autorizó la prisión domiciliaria de otro inculpado, el diputado Chiquinho Brazão, hermano de Domingos. El juez emitió tal decisión considerando el estado de salud del parlamentario.

Domingos Brazão y Barbosa se encuentran en prisión preventiva desde marzo de 2024.

Una investigación realizada por la Policía Federal concluyó que el asesor del Tribunal de Cuentas del Estado de Río de Janeiro Domingos Brazão, y su hermano Chiquinho, fueron quienes ordenaron la ejecución de Franco.

Ambos están acusados ante el Supremo Tribunal Federal por homicidio calificado y tentativa de homicidio.

Trece disparos de una subametralhadora HK MP5, de alta precisión y utilizada solo por fuerzas policiales de élite, alcanzaron el vehículo en que se trasladaban Franco y el conductor Anderson Gomes en la noche del 14 de marzo de 2018 en Río.

Franco regresaba a su casa tras participar en un debate con jóvenes negras, cuando su auto fue baleado: ella recibió disparos en la cabeza y el chofer en la espalda.

La denuncia de la Fiscalía General ante la Corte Suprema sobre el caso indicó que la muerte de la activista de los derechos humanos fue ordenada por los hermanos Brazão.

Tal asesinato resultó una respuesta a las acciones del Partido Socialismo y Libertad, y de la concejala contra un plan de subdivisión de tierras en áreas de milicias en la zona oeste de Río.

El exoficial de la Policía Militar de Río Ronnie Lessa, quien disparó los tiros que mataron a Franco y a Gomes, fue sentenciado a 78 años y nueve meses de prisión.

Lessa acusó, en un acuerdo de culpabilidad, a los hermanos Brazão de ser los autores intelectuales de los crímenes.

Confesó que Barbosa, exjefe de la Policía Civil de Río, actuó para encubrir el caso.

El también expolicía Élcio Queiroz, quien conducía el coche utilizado en el ataque contra la regidora, fue condenado a 59 años y ocho meses de prisión.

La muerte de una representante elegida por el pueblo fue entendida por sectores de la sociedad brasileña como un ataque contra la democracia.

El caso Franco tuvo repercusión internacional y convirtió a la socióloga y feminista en un símbolo político en la lucha por los derechos humanos y la mayor participación de las mujeres negras en los espacios de poder en Brasil.

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