Palacio destacó que Belice por décadas desarrolló una actitud de dependencia de ayudas externas, donde subsidios, donaciones y préstamos internacionales se convirtieron en la norma para cubrir déficits presupuestarios, infraestructura y servicios públicos.

«Una economía basada en limosnas no es una economía real», afirmó, y subrayó la vulnerabilidad del país ante los cambios en las prioridades de los donantes.

En un artículo publicado por el sitio digital Breaking Belize News, el analista resaltó las ventajas en recursos naturales, ubicación estratégica y una población cada vez más educada que tiene Belice y aseveró que «tenemos todo para crear riqueza, pero seguimos actuando como si no fuéramos capaces».

En su evaluación Palacio mencionó propuestas urgentes para revertir la situación, entre las que están multiplicar la inversión en infraestructura, mejorar logística y conectividad para atraer inversiones, modernizar el sistema educativo e innovar para retener el talento local en los sectores de agricultura, turismo y servicios digitales.

«La independencia política sin economía sólida es una fachada» dijo, y propuso que Belice financie sus propios proyectos sin depender de «platos de mendicidad» para garantizar autonomía frente a intereses extranjeros.

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