En declaraciones a periodistas, la jefa del Programa de Zoonosis de la Secretaría de Salud, Reina Velásquez, informó este lunes que la nación centroamericana reporta 27 casos de gusano barrenador en humanos.

Velásquez explicó que fueron confirmados mediante pruebas de laboratorio y que la mayoría de los afectados son hombres.

Además, reveló que dos de los fallecidos padecían enfermedades preexistentes.

El gusano barrenador es una afección provocada por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax (Coquerel), que deposita sus huevos en cualquier herida abierta de un animal de sangre caliente, incluido los humanos.

Horas después de que la mosca deposita la larva, nacen los gusanos que se alimentan del tejido vivo.

Sus efectos son particularmente devastadores en la producción pecuaria, debido a la mortalidad y a un menor rendimiento en la producción de leche y carne.

Tras lamentar la primera muerte de un ciudadano, ocurrida la semana pasada, la ministra de Agricultura y Ganadería, Laura Suazo, llamó a la población a atenderse ante cualquier síntoma y a los ganaderos a curar las heridas de sus reses, con el fin de prevenir más contagios de la plaga.

Advirtió que las personas con enfermedades de base y los adultos mayores deben extremar precauciones, pues muchas veces la infestación se inicia con lo que parece ser una simple picadura.

“La mosca pone sus huevos y en apenas 10 días puede destruir tejidos de forma irreversible”, alertó Suazo.

Desde 1995, Honduras no registraba en humanos casos de gusano barrenador.

Hasta la fecha, el país centroamericano notificó más de mil 200 casos de gusano barrenador en animales.

Según Velásquez, los departamentos más afectados son Francisco Morazán, donde se ubica Tegucigalpa, la capital; Olancho (este) y Yoro (en norte del país).

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