De acuerdo con las fuentes, los armados se dirigían hacia la ciudad de Ashrafiet Sehnaya al sur de Damasco, que presencio violentos choques entre el ejército sirio y las fuerzas de seguridad por un lado, y armados drusos por el otro.
En un contexto relacionado, el líder de la comunidad drusa, el jeque Hikmat Al-Hijri, pidió la intervención de «fuerzas internacionales de mantenimiento de la paz» en Siria, y denunció un «ataque genocida injustificado» contra los miembros de su comunidad.
La calma volvió la víspera a la ciudad de Ashrafiet Sehnaya, al sur de esta capital, tras violentos enfrentamientos que dejaron al menos 22 muertos.
Durante los choques, cazas y drones israelíes efectuaron varios bombardeos en la zona para apoyar a los armados drusos, lo que causó la muerte de militares y agentes de seguridad, además de dejar lesionados a varios civiles.
El gobernador de Damasco-campo, Amer Al-Sheikh, dijo en una conferencia de prensa, que se ha restablecido la seguridad en la ciudad y que fueron arrestados varios delincuentes armados y denunció los ataques aéreos israelíes en la zona.
La tensión comenzó cuando una grabación de audio, atribuida a una persona de confesión drusa, fue circulada en las redes sociales y en la que se insulta al profeta Mahoma, una figura sagrada para los musulmanes.
Al incidente siguieron manifestaciones en diferentes localidades, y luego grupos armados de tendencia extremista atacaron a Jaramana y Sehnaya, habitadas mayoritariamente por drusos.
El Ministerio del Interior emitió un comunicado, en el cual aseguró que inició investigaciones intensivas sobre este asunto y que aún se trabaja para identificar al autor del audio, además de procesar a los involucrados en incitar el caos y socavar la estabilidad.
Aclaró que unidades de las Fuerzas de Seguridad General y del Ministerio de Defensa fueron enviadas para poner fin a estos choques, proteger a los residentes y mantener la paz comunitaria.
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