Con pancartas, banderas y silbatos, la marcha en esta capital por el Día Internacional de los Trabajadores partió desde las afueras de la sede del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y llegó hasta la Plaza de Santo Domingo, en el Centro Histórico.
El presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), José Villavicencio, demandó al Gobierno atención en temas como salud y educación, y advirtió que tras la pandemia aún no se recuperan los empleos perdidos.
A su vez, condenó las declaraciones del presidente del consejo directivo del IESS, Eduardo Peña, sobre la posibilidad de aumentar la edad de jubilación y las aportaciones con la justificación de que “antes la gente moría a los 70 años y hoy a los 80”, algo que desde el Ejecutivo lo niegan.
Para la presidenta de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres (Ceosl), Marcela Arellano, “los gobiernos de derecha han puesto como objetivo acabar con los derechos laborales”.
Arellano rechazó una reforma regresiva que busca eliminar la jubilación patronal, una modalidad de financiamiento de pensiones que actualmente recae sobre los empleadores, y que quieren reemplazarla por una figura de ahorro mutuo, donde los empleados aporten también.
El presidente del Frente Popular, Nelson Erazo, apuntó que la propuesta del Gobierno no es la solución al problema de la jubilación patronal y consideró que lo importante es garantizar la estabilidad en los puestos de trabajo para que sea sostenible.
“Vamos a seguir defendiendo la seguridad social”, afirmó Erazo.
Al finalizar la movilización en Quito, Villavicencio entregó a Edwin Bedoya, titular de la Confederación de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (Cedocut), la presidencia del FUT, cargo que ejercerá por dos años.
En la ciudad costera de Guayaquil, la más poblada del país, y en Cuenca, capital de la sureña provincia de Azuay, hubo también movilizaciones con reivindicaciones laborales y sociales.
Como ha ocurrido en los últimos años, la marcha del 1 de mayo en Ecuador no fue solo un acto conmemorativo por el Día Internacional del Trabajo, sino también una forma mediante la cual los ciudadanos expresan su descontento frente a las políticas laborales del Gobierno.
arc/avr
