Según el texto, esta organización política se caracteriza por una orientación extremista y el desprecio por la dignidad humana, por lo que desde hace meses, la opinión pública alemana debate si deben adoptarse medidas contra el AFD.
Mientras, el servicio de inteligencia interior clasificó a esa fuerza política antiinmigración como sospechosa de extremismo, al tiempo que los críticos advierten de que los procedimientos serían muy largos e incierto el resultado ante el Tribunal Constitucional.
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