Las formaciones geológicas eruptivas que centran la atención de los expertos son el Póas, el Rincón de la Vieja y el Turrialba, añadió el ente científico, según el periódico.
El Poás posee un nivel de alerta tipo 3 (roja), correspondiente a precaución, lo cual describe un proceso eruptivo en progreso.
Los restantes volcanes activos, Rincón de la Vieja y Turrialba, están en alerta tipo 2 (amarilla), equivalente a advertencia, lo que indica un estado de actividad significativa y requiere de una vigilancia atenta a posibles incrementos.
El grupo de los siete volcanes en estado de calma está formado por el Irazú, Arenal, Miravalles, Tenorio, Platanar-Porvenir, Barva y Orosí-Cacao.
Costa Rica tiene también cuatro formaciones geológicas susceptibles de considerarse volcanes, pero sobre ellas las entidades científicas carecen de datos actualizados: Laguna Hule, Cacho Negro, Congo y Río Cuarto, recordó el Ovsicori.
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