El exintendente de Soriano, en el suroeste del país, Guillermo Besozzi, está imputado desde el 14 de marzo.
La fiscalía le acusa de peculado, tráfico de influencia, concusión, omisión de denunciar delitos, cohecho simple, abuso de funciones y cohecho calificado.
No obstante, la víspera la justicia departamental decidió retirarle la tobillera electrónica a Besozzi y aplicarle medidas cautelares que le permiten sumarse a la campaña electoral.
Ello ocurrió cuando faltan tres días para los comicios, en los que compite por el Partido Nacional y resulta su principal carta.
En ello estuvo de acuerdo la fiscalía, lo que para el senador del Frente Amplio (FA), Daniel Caggiani, resultó «extraño».
Por su parte, el presidente del FA, Fernando Pereira, cuestionó que en Soriano se va a poder elegir a un candidato que nadie sabe si en pocos meses va a ser condenado.
«Cuando la gente vota a Besozzi, ¿a quién está votando? Porque nadie sabe si va a poder ejercer todo el período, si va a ejercer una parte, si la Justicia se va a expresar rápidamente, cuánto va a durar el juicio», cuestionó Pereira.
«Hay una cantidad de directores, incluyendo al intendente, que están acusados por la Fiscalía de cometer delitos contra la administración pública”, remarcó el dirigente de la alianza de izquierda.
El aspirante del llamado partido blanco dijo que hará campaña en estos días y que buscará demostrar su inocencia durante el juicio que se avecina.
En un mitin anoche Besozzi dijo que recibió apoyo vía telefónica del expresidente Luis Lacalle Pou.
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