“Canadá no está en venta”, subrayó durante su visita este martes a la Casa Blanca. Carney señaló que eso no era negociable e instó a su anfitrión a colaborar con él para negociar los aranceles.

“Con todo respeto, la opinión de los canadienses sobre esto no va a cambiar (en cuanto a ser el estado número 51)”, expresó.

En esta primera reunión cara a cara entre ambos líderes y aunque se observó un aparente ambiente distendido desde el mismo momento en que Trump recibió su visitante en la entrada de la mansión ejecutiva, es evidente de que existen desacuerdos entre ambos.

Al ripostar a Carney, Trump enfatizó: «nunca digas nunca» y «me encanta Canadá»; además, argumentó que habría «impresionantes beneficios» para los canadienses si el país se uniese a Estados Unidos y mencionó «impuestos más bajos, un ejército gratuito».

«Sería un maravilloso matrimonio, porque son dos lugares que se llevan muy bien», acotó Trump.

El presidente republicano planteó ante los periodistas y acompañado de su invitado que Estados Unidos no necesita ni quiere los productos que Canadá vende, como los automóviles o el petróleo.

También opinó que no había nada que Carney pudiera plantearle que lo convenciera de reducir los aranceles a los productos canadienses.

Antes del encuentro de este martes, Trump publicó en Truth Social algunas de sus quejas sobre porqué Estados Unidos subsidia a Canadá con 200 mil millones de dólares al año y brinda protección militar gratuita y muchas otras cosas.

Entonces apuntó que “no necesitamos sus autos, no necesitamos su energía, no necesitamos su madera, no necesitamos nada de lo que tengan, aparte de su amistad”.

Sin embargo, esa cifra no es real. Las estadísticas oficiales de Estados Unidos muestran que el déficit con Canadá en el comercio de bienes y servicios el pasado año fue de 35 mil 700 millones de dólares.

Actualmente, la mayoría de los productos canadienses exportados a Estados Unidos sufren un gravamen de 25 por ciento si no cumplen con el acuerdo comercial firmado entre los dos países más México en 2020, durante el primer mandato de Trump.

También se aplican aranceles del 25 por ciento al acero, aluminio, automóviles y autopartes, mientras que Canadá grava alrededor de 43 mil millones en productos de Estados Unidos, entre los que se incluyen el whisky, artículos deportivos y electrodomésticos.

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