Trump dio la bienvenida al visitante en la entrada de la mansión ejecutiva, solo posaron para la foto y entre sonrisas ignoraron a los miembros de la prensa que los trataban de cubrir con preguntas.
Carney llegó a Washington con el propósito de mantenerse firme frente al mandatario republicano, en momentos en que las relaciones bilaterales están tensas por los aranceles de Trump y en medio de comentarios rechazados por Ottawa en los que el ocupante del Despacho Oval habla de convertir a Canadá en el estado número 51.
Cuando tomó posesión, el primer ministro canadiense expresó que los nexos entre Canadá y Estados Unidos, «basada en la profundización de la integración de nuestras economías y una estrecha cooperación en materia de seguridad y militar, ha terminado».
Además, dijo que los canadienses deben «reimaginar fundamentalmente su economía» en el nuevo escenario de las tarifas de Trump.
La semana pasada, Carney afirmó en una entrevista concedida a la BBC que Canadá solo entablaría conversaciones sobre comercio y seguridad con la administración Trump «en nuestros términos».
Desde el 4 de marzo, entró en vigor un arancel del 25 por ciento a las importaciones de productos del vecino país no cubiertos por el tratado comercial entre Canadá, Estados Unidos y México, firmado en 2020.
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