En una rueda de prensa conjunta tras recibir en el Elíseo al líder del gobierno provisional del país levantino, Macron consideró que la prioridad debe ser una transición pacífica que conduzca a la estabilidad de Siria y tenga en cuenta a la integralidad de los componentes de la sociedad civil.

Las nuevas autoridades, en el poder desde el derrocamiento en diciembre del entonces jefe de Estado, Bashar al-Assad, enfrentan denuncias y acusaciones por las atrocidades perpetradas contra civiles por cuestiones de fe y prisioneros en las norteñas provincias de Tartús, Latakia y Homs, con las minorías alauita y drusa como las más agredidas.

Al respecto, el presidente anfitrión instó a hacer todo lo posible para proteger a todos los sirios sin excepción, al margen de su origen, religión, confesión y opiniones.

Macron también pidió a al-Charaa que sean perseguidos y juzgados los responsables de los crímenes, con al menos mil 700 víctimas fatales registradas solo en marzo, según fuentes locales.

Asimismo, mencionó su apoyo a un levantamiento progresivo de las sanciones contras Siria, en la medida en que sus autoridades logren estabilizar el país.

El visitante reiteró el reclamo de Damasco de que terminen esas sanciones, las cuales calificó de injustificadas.

La desaparición del régimen de al-Assad debió conducir a su levantamiento, abundó.

El encuentro de Macron con al-Charaa provocó malestar en sectores de la clase política gala, que recordaron el pasado yihadista del presidente interino y los ataques constantes contra las minorías.

Aunque el gobierno afirmó que no dará un cheque en blanco al mandatario y sus seguidores, figuras como la líder de la extrema derecha Marine Le Pen tildaron de provocación la visita y la consideraron una mala imagen para París.

Por su parte, el dirigente conservador Laurent Wauquiez, del partido Los Republicanos, denunció un duro error y un escándalo la decisión de Macron de recibir a al-Charaa.

También desde la izquierda se realizaron cuestionamientos a la visita, como el diputado de La Francia Insumisa Bastien Lachaud, quien reclamó al presidente firmeza y exigencia de respeto a los derechos de las minorías y a una rápida transición en el país levantino.

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