Según el jefe de gobierno iraquí, la cita no será solo simbólica, sino un hito estratégico para relanzar la cooperación árabe efectiva e integral y proyectar la región como un actor influyente, no solo como una zona en disputa.
Al-Sudani apuntó que Iraq enfrentó desafíos críticos, incluidos los derivados de la guerra en la Franja de Gaza, que exigieron respuestas políticas, diplomáticas y sociales.
En su mensaje, llamó a construir una narrativa basada en el realismo político y el respeto a la diversidad dentro de la unidad.
La máxima autoridad del Ejecutivo iraquí propuso reforzar lazos entre capitales árabes mediante el diálogo franco, el respeto mutuo y la no injerencia.
Con recursos naturales, juventud dinámica y patrimonio cultural, el mundo árabe posee potencial para convertirse en una fuerza equilibrada en el escenario global, resaltó.
A su vez, abogó por la unidad y la acción coordinada ante las amenazas compartidad debido a las agresiones israelíes y las divisiones internas.
El líder del gabinete de Iraq convocó a una iniciativa unificada para construir Estados fuertes, y pidió un modelo económico árabe integrado.
Destacó el proyecto nacional Ruta del Desarrollo, próximo a concluir, que representa un modelo tangible para futuras alianzas económicas árabes.
En su convocatoria, reafirmó que Iraq busca ser un facilitador de la cooperación árabe, no un actor aislado, e insistió en la urgencia de políticas equilibradas y estructuras sólidas para la seguridad regional.
Al-Sudani instó a todas las capitales a iniciar una nueva etapa basada en una visión común y renovada, y aseguró que «Bagdad se presenta como el símbolo de un renacimiento regional, convencida de que la unidad prevalecerá sobre las divisiones».
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