Con pancartas y consignas llegaron decenas de personas este viernes a la Plaza Grande, en el Centro Histórico de Quito, y frente al Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, reclamaron no dejar en la impunidad las desapariciones de sus seres queridos.

El abogado Fernando Bastias, del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH), exigió justicia y en particular se refirió a la desaparición y posterior asesinato en diciembre de 2024 de los cuatro menores de Guayaquil, caso que involucra a militares.

Ronny Medina, padre de Steven, uno de esos cuatro niños del barrio guayaquileño Las Malvinas, pidió al presidente, Daniel Noboa, que dé la cara y al menos tenga el valor de dar su pésame.

“No creo que lo haga, como anda de vacaciones. Pensamos que los pobres no le importamos”, dijo Medina, que pidió la pena máxima para los militares envueltos en el caso.

Por su parte, Lidia Rueda, presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador expresó que “la impunidad es un crimen y no nos cansaremos hasta obtener justicia”.

“Criminales, criminales, ustedes son culpables” gritaban ciudadanos indignados con los delitos y culparon a la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas.

Una de las presentes fue María Fernanda Restrepo, hermana de Santiago y Andrés Restrepo, desaparecidos hace 37 años por las fuerzas policiales de la época.

Restrepo exigió respuestas tanto para el caso de sus hermanos como para las otras desapariciones forzadas registradas en 2024, según denuncias de organismos de derechos humanos.

Bastias afirmó que hay más de 40 casos de desapariciones forzadas: 33 que acompaña el CDH y nueve reportados por la Defensoría del Pueblo, sin embargo, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas se niega a dar información a la justicia bajo el argumento de “confidencialidad”.

ro/avr