El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán denunció que unidades del ejército armenio realizaron disparos con armas cortas contra posiciones azeríes en varias zonas fronterizas, a lo que respondieron con fuego en dirección a Chambarak, una región armenia cercana a la zona limítrofe.

Por su parte, el Ministerio de Defensa armenio negó estas acusaciones y afirmó que están dispuestos a investigar los hechos si Bakú proporciona pruebas, tras recordar la propuesta de creación de un mecanismo conjunto para investigar violaciones del alto el fuego, propuesta que hasta ahora no ha sido respondida.

Este episodio ocurre en un contexto de negociaciones para un acuerdo de paz que busca poner fin al conflicto bilateral centrado en Nagorno Karabaj, una región de mayoría armenia que Azerbaiyán retomó tras una ofensiva militar en 2023.

Aunque ambos países anunciaron en marzo la versión final del texto para el acuerdo, la firma aún no se ha concretado debido a desacuerdos sobre la delimitación fronteriza y el estatus de Nagorno Karabaj.

La comunidad internacional, incluida Rusia, ha expresado preocupación por la escalada de tensiones y ha instado a ambas partes a la moderación para evitar una nueva crisis.

Mientras tanto, episodios como el reciente intercambio de disparos evidencian la fragilidad de la situación y la dificultad para consolidar una paz duradera en la región.

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