Con la presencia del ministro de Defensa, Giancarlo Loffredo; la canciller, Gabriela Sommerfeld; la ministra de Trabajo, Ivonne Núñez, y otras autoridades del Gobierno, este domingo se lleva a cabo la misa por las almas de los uniformados.
Los homenajes tienen lugar en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro, en el norte de esta capital, a donde fueron trasladados la víspera los cuerpos de los soldados.
“Los féretros están cubiertos con la bandera que juraron defender al graduarse”, expresó el Ejército en un comunicado.
Las honras fúnebres continuarán con ceremonias militares y actos solemnes para luego trasladar los cuerpos a las ciudades donde residían.
Tras lamentar la situación, el ministro Loffredo, afirmó que el Gobierno dará vivienda, educación y salud a los familiares de las víctimas.
De acuerdo con el funcionario, el ataque del viernes no fue contra 11 miembros del Ejército ni contra las Fuerzas Armadas, “fue contra el Ecuador”.
Loffredo apuntó que el dolor ocasionado debe recordar “que esta guerra (contra el crimen organizado) continúa y que solamente unidos podremos vencer”.
Asimismo, aseveró que el Gobierno no descansará hasta encontrar a los responsables y hacer que paguen por sus actos.
La tragedia ocurrió el pasado viernes cuando se realizaban operativos contra la minería ilegal en el sector Alto Punino, entre las provincias amazónicas de Orellana y Napo, donde participaban 80 militares armados y equipados.
Durante la operación, uno de los equipos fue emboscado con explosivos, granadas y fusiles, indicó el Ejército.
Además de los militares, hubo un fallecido perteneciente a un grupo ilegal armado.
La Fiscalía General anunció que investiga el ataque como acto de terrorismo.
Las autoridades ecuatorianas atribuyeron el ataque al grupo armado Comandos de la Frontera, un grupo disidente de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
No obstante, Comandos de la Frontera negó su responsabilidad en un comunicado difundido por medios locales ecuatorianos.
Diversas instituciones, políticos y organizaciones sociales rechazaron el ataque y expresaron condolencias a los familiares de los militares.
Este hecho ocurre en el contexto de la crisis de seguridad existente en Ecuador, donde el presidente, Daniel Noboa, declaró en enero de 2024 la existencia de un conflicto armado interno y desde entonces los militares actúan en operativos contra el crimen organizado.
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