Por Fausto Triana

Terminó la pesadilla de los culés tras caer ante el Inter de Milán en semifinales de la Champions League, pero se agravaron las penurias del Real Madrid, que perdió su cuarto Clásico de la temporada, algo insólito.

En el primer día de análisis de los daños colaterales, la fiesta sigue en la Ciudad Condal, conforme ahora con la Copa del Rey, la Supercopa española y la certeza casi absoluta de alcanzar el cetro nacional.

Gran mérito del entrenador alemán Hansi Flick. Se encontró con un plantel de buenos jugadores, altibajos en el rendimiento, con falta de carácter e identidad. Lo transformó casi por arte de magia y los resultados llegaron.

Un técnico que tuvo excelentes resultados con el Bayern Munich, pero que paradójicamente agotó la paciencia en poco tiempo de la federación germana, cuando dirigió fugazmente a la Mannschaft.

Así, le dio aún más confianza al jovencito Lamine Yamal, recogiendo el fruto cultivado por su antecesor Xavi Hernández, y apostó de lleno por el polaco Roberto Lewandowski y el brasileño Raphinha, con los aportes brillantez de Pedri González desde la medular.

Desarrolló talentos nuevos como Marc Casadó, Héctor Fort y Gerard Martín, y descansó mucho en el neerlandés Frenkie de Jong y Dani Olmo, o Ferrán Torres y Fermín, para redondear un equipo bastante fiable.

Todo lo contrario del preparador italiano del Real Madrid, Carlo Ancelotti, sin dudas un maestro con el prestigio de numerosos triunfos en su carrera, pero incapaz de manejar un plantel de muchas estrellas y, sobre todo, con falencias defensivas.

A su favor, que perdió a dos defensas cruciales de la “casa blanca”, el central brasileño Eder Militao y el lateral español Dani Carvajal. Y pese a estas dos pérdidas tan sensibles, el Real Madrid decidió no fichar sustitutos.

Ancelotti no aceptó en principio la regularidad del canterano Raúl Asencio como central y prefirió hacer experimentos con el francés Aurelienne Tchouameni para esa posición.

Probó con intermitencias al turco Arda Guler (centrocampista) y al brasileño Endrick (delantero), y la insistencia de Lucas Vázquez como lateral derecho titular la pagó caro la escuadra madridista.

De todas formas, queda claro que el galo Kylian Mbappé ya se confirmó como la gran figura que es en LaLiga y que los blancos cuentan con otros atacantes de lujo del nivel del inglés Bellingham y los brasileños Vinicius y Rodrygo.

En Madrid casi de forma unánime los expertos e influyentes medios afirman que las horas de Ancelotti en el banquillo merengue están contadas. Su marcha en calidad de entrenador de la selección de Brasil se ve como inminente.

El nombre en boca de todos es un exmadridista, Xabi Alonso, quien acaba de renunciar a su cargo como entrenador del Bayern Leverkusen.

ro/ft