El secretario ejecutivo de la ECA, Claver Gatete, al intervenir en el evento de alto nivel previsto del 12 al 14 de mayo, describió cinco imperativos para restablecer la soberanía fiscal y convertir la deuda del continente en una palanca de transformación.
Gatete pidió profundizar la transparencia y su evolución hacia una cultura de rendición de cuentas, así como el fortalecimiento de gestión de la obligación de pago mediante estrategias nacionales que incluyan los pasivos, entre ellos los de las empresas estatales.
Sobre la necesaria reforma de la arquitectura financiera global, calificó al sistema actual de “obsoleto y con sesgo hacia los acreedores”. En ese sentido, abogó por cambios al Marco Común del G20 e intensificar los esfuerzos para establecer una Agencia Africana de Calificación Crediticia que refleje las realidades y el potencial de crecimiento del continente.
Gatete pidió además impulsar la financiación innovadora y verde, al destacar el papel de instrumentos como los bonos verdes y azules, los canjes de deuda por clima y los préstamos vinculados a la sostenibilidad. A su juicio, África debe liderar la financiación adaptada al clima.
Para fortalecer la movilización de recursos internos, resaltó la importancia de la reforma fiscal, la digitalización y la lucha contra los flujos financieros ilícitos.
Al respecto, instó a los Estados africanos a construir mercados de capital robustos para reducir la dependencia del endeudamiento externo. «No olvidemos el Área de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA), que sigue siendo la respuesta estructural más poderosa de África», aseveró.
Más de 500 delegados, entre ellos Jefes de Estado, ministros de Finanzas, gobernadores de Bancos Centrales, socios para el desarrollo y organizaciones de la sociedad civil participan en la conferencia bajo el lema “La Agenda de Gestión de la Deuda Pública de África: Restablecer y Salvaguardar la Sostenibilidad de la Deuda”.
El evento fue convocado por la Comisión de la Unión Africana en colaboración con el Gobierno de Togo, bajo el patrocinio del presidente Faure Gnassingbé.
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