El Observatorio de Salud Reproductiva (OSAR) en el país subrayó que las edades de las progenitoras oscila entre los 10 y 14, además de que a partir de los 15 y hasta los 19 archivaron 17 mil 499 partos con vida.
En total, la entidad reportó 18 mil 219 nacimientos en niñas y adolescentes entre los 10 y los 19, mientras que el departamento capital encabeza este tema con dos mil 775.
Le siguen Alta Verapaz, Huehuetenango y Quiché con dos mil 216, dos mil 33 y mil 552, respectivamente.
La cifra en los primeros cuatro de 2025 es menor a la registrada en el mismo periodo de 2024, cuando trepó a 20 mil 223. En ese entonces, las niñas entre los 10 y 14 convertidas en madres fue de 681, según la estadística.
El OSAR notificó el pasado período anual un total de 56 mil 568 nacimientos en niñas y adolescentes entre los 10 y los 19 años de edad.
La directora del observatorio, Mirna Montenegro, advirtió tiempo atrás que a menor edad de la mamá, mayor es el riesgo de morbilidad y mortalidad, pues los cuerpos no están aptos para llevar vida en el vientre ni para dar a luz.
“No tenemos información de cuántos hijos de madres adolescentes mueren en el primer año de vida, pero sí sabemos de la relación que existe entre estos embarazos y desnutrición infantil, que es del 60 por ciento”, añadió la especialista.
Asimismo, remarcó, un embarazo a temprana edad trunca los proyectos de vida de las menores y jóvenes.
Organizaciones de este territorio centroamericano enfatizaron que, en muchos casos, estos son resultado de violencia física, psicológica o sexual.
Montenegro destacó la semana que estos embarazos en niñas por debajo de los 14 años constituyen delitos, pero solo el uno por ciento logran avances en el sistema de justicia hasta llegar a un juicio.
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