Reportes de la zona precisan que, si bien no se cumple en la ciudad de Puno, capital regional, un paro nacional del transporte urbano convocado por una organización de transportistas, en la periferia fueron cerradas por activistas de la protesta las salidas de la ciudad, donde se suspendieron las clases escolares.
Además, fue bloqueado por manifestantes antigubernamentales el estratégico paso de Ilave, lo cual impide el tránsito a los pasos fronterizos a Bolivia y el intenso comercio entre ambos territorios.
En otras provincias de la región de Puno, como Azángaro, fue cerrado el paso por carreteras, sobre todo la Interoceánica, que lleva a la frontera con Brasil.
En Lima, el paro del transporte se cumplió parcialmente y con menor demanda a primera hora, cuando normalmente hay gran numero de pasajeros.
La escasez de público se debe al parecer a que el Gobierno, ante el anuncio de paro, autorizó tardanzas laborales hasta de cuatro horas y dispuso que las clases escolares se dicten por teleconferencia.
Por su parte, y sin coordinación con las demás protestas, cerraron sus puertas por hoy los negocios de emprendedores del gran centro de producción y comercio de textiles, cuyos dirigentes marcharon en demanda de seguridad ante las extorsiones y asesinatos diarios.
La Confederación General de Trabajadores de Perú (CGTP), por su parte, cumple una jornada nacional de protesta en demanda de seguridad ciudadana, que consiste en paralizaciones, marchas y concentraciones, según las condiciones de cada ciudad o región.
Entretanto, la expectativa política se enfoca en el reemplazo o ratificación de los titulares, tras la renuncia del primer ministro, Gustavo Adrianzén, tras una errática maniobra del Ejecutivo.
Horas antes de la dimisión de Adrianzén, la presidenta Dina Boluarte reemplazó a tres ministros, según la prensa para evitar la censura de Adianzén, pero el resultado fue contrario, pues casi todas las bancadas congresales ratificaron la decisión de censura.
Los nombramientos, por otra parte, son objeto de críticas, sobre todo empresariales, que cuestionan el retiro de quien fuera titular de Economía y Finanzas, José Salardi, reemplazado por quien hasta ayer tuvo la cartera de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez.
También hay críticas al sucesor de Pérez, César Sandoval, a quien se imputan antecedentes negativos que lo descalificarían para el manejo de los cuantiosos fondos de esa cartera, y tampoco satisface el nuevo ministro del Interior, Carlos Malaver, un general jubilado de la Policía Nacional.
Sandoval era uno de los asesores de la Presidencia y es alto dirigente del partido Alianza para el Progreso (APP), grupo centroderechista considerado aliado de Boluarte, aunque negó que haya autorizado o haber sido consultado por el nombramiento y sometió a disciplina al personaje.
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