En abril, ayudado por una ligera baja de los valores de las verduras y frutas, el IPC del mes fue algo menor que en marzo cuando la tasa inflacionaria subió 3,2 puntos, 1,1 más que en febrero. Ahora, el acumulado interanual muestra un alza de 52,4 por ciento con respecto a abril de 2024.
Los precios de los alimentos en la capital argentina aumentaron 2,2 por ciento (por debajo del promedio), en tanto la indumentaria, 3,7 puntos, aun así el consumo continuó bajando por el decadente poder adquisitivo de los argentinos cuyos salarios y pensiones, promedio, están por debajo del movimiento inflacionario.
Este miércoles, el Instituto de Estadística y Censos del gobierno deberá informar los índices oficiales de inflación.
El dato de Buenos Aires podría anticipar una desaceleración también en el número de inflación nacional, aunque de todas maneras, y más allá de la tendencia, no se trata de un número enteramente replicable, porque en el IPC porteño, en comparación con el nacional, tienen menor peso los bienes y una ponderación mayor de los servicios, señalan economistas.
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