Nuestro querido Pepe fue un gran símbolo latinoamericano, pero también un asesor, alguien que lo que más nos enseñó fue la coherencia, “con lo que cree, lo que hace y cómo vive”, afirmó la también premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.
Pero también un gran conocedor de la coyuntura y casi todos los problemas de la región que se relacionaban con diálogo, negociaciones, pasaban realmente por su opinión, expresó la embajadora de los pueblos indígenas del mundo, de la Unesco.
En declaraciones al programa A Primera Hora de Emisoras Unidas, Menchú consideró que son muchos, miles de «la fuerza viva» de América Latina que lo estarán recordando por todo lo que él enseñó, lo que siempre estuvo dispuesto a hacer.
Nadie llegaba con Pepe para preguntarle solamente cómo está y cómo está la familia, sino que iban por sus conocimientos, remarcó la activista guatemalteca.
Contó que pasó por Uruguay precisamente por los temas de paz, crisis de América Latina, conflictos humanos, pero asimismo las violaciones de derechos, siempre lo buscaba para una opinión importante y en las distintas conversaciones «él tenía un punto de vista».
Recordó que la última vez que viajó a Uruguay fue hace dos años y tuvo la oportunidad de platicar con él, además que lo conoció muchísimo antes con el periodista y escritor Eduardo Galeano (quien murió en abril de 2015).
«Era (Mujica) un fiel creyente de que si uno quiere hacer dinero, es mejor que sea un empresario y si uno quiere ser político, no es para enriquecerse en ello», aseveró la descendiente maya, originaria del departamento de Quiché.
No todo el mundo tiene que creer que uno hace las cosas bien, es uno mismo quien tiene que creer en lo que hace para hacerlo bien. Él fue un ejemplo, enfatizó Menchú.
El exmandatario, quien sobresaliera por su sencillez, coherencia con una vida austera, lucha social y liderazgo del Frente Amplio, sufrió durante más de un año un tumor maligno en el esófago.
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