El velatorio del veterano luchador revolucionario comenzó antes con la participación del presidente Yamandú Orsi, la vicepresidenta Carolina Cosse y otras figuras del Poder Ejecutivo y parlamentario, que acompañaron a Lucía Topolansky, la compañera de Mujica y ex vicepresidenta de la República.
Orsi y allegados a Pepe, como le dicen también sus compatriotas, cargaron el ataúd a su llegada al Palacio Legislativa y lo depositaron en el Salón de los Pasos Perdidos.
Un tiempo después se abrieron las puertas del recinto parlamentario para los cientos de personas que aguardaban para rendirle homenaje.
Comenzó así la vigilia que inició con el largo trayecto del cortejo fúnebre desde la Plaza Independencia, junto a donde sesiona la Presidencia, acompañado por miles de personas que aplaudieron al paso del carruaje escoltado por una guardia montada del Ejército Nacional.
El cortejo hizo paradas en las sedes del Movimiento Nacional de Liberación-Tupamaros y del Frente Amplio (FA).
También frente a la casa del Movimiento de Participación Popular (MPP) del que el exgobernante fue líder fundador y hoy es la fuerza política más votada dentro del FA.
En la sede del MPP el secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, dijo que el gobierno uruguayo compró cuatro mil hectáreas para entregarla a los trabajadores del campo, «un homenaje» a lo que defendió Mujica.
Para mañana se espera la llegada del presidente brasileño Inácio Lula da Silva. El jefe de Estado chileno Gabriel Boric también asistirá, al igual que la exvicepresidenta argentina, Cristina Fernández.
El gobierno uruguayo decretó duelo oficial hasta el viernes 16 de mayo, cuando concluyan las exequias de quien fue guerrillero, preso político, legislador, ministro, presidente, filósofo y campesino.
rc/ool