El Tribunal de Apelaciones del Primer Circuito de Estados Unidos rechazó la víspera la solicitud del Gobierno federal de pausar un fallo de una corte inferior que detiene la política.
Tal decisión se produce en medio de una creciente alarma ante la eventual posibilidad de enviar inmigrantes indocumentados a Libia por los planes reportados de enviar migrantes a Libia.
Pero también el Gobierno de Trump tiene en la mira para sus deportaciones masivas a naciones como Angola, Benín, Guinea Ecuatorial, Esuatini, Ruanda y Moldavia, con las que estaría explorando acuerdos.
El panel de apelaciones expresó sus “preocupaciones” sobre permitir que la administración republicana reinicie la política, entre ellas “el daño irreparable que resultará de las expulsiones erróneas en este contexto”.
En marzo, el juez de distrito de Estados Unidos Brian Murphy bloqueó a la administración Trump de deportar inmigrantes a terceros países sin previo aviso por escrito y sin una oportunidad de impugnar la expulsión, recordó la CNN.
Grupos defensores de los inmigrantes presentaron una moción de emergencia para bloquear las expulsiones a Libia a principios de este mes, aunque el país norafricano niega que exista cualquier acuerdo con las autoridades estadounidenses para aceptar deportados.
A inicios de año, la administración de Trump envió a cientos de migrantes asiáticos a Panamá y en marzo mandó a más de 230 migrantes, la mayoría venezolanos, a El Salvador, donde los recluyeron en una cárcel de máxima seguridad, luego de ser señalados de pertenecer a la pandilla Tren de Aragua.
Guatemala igualmente accedió a la llegada de migrantes de terceros países deportados desde aquí y México lo hizo, pero en virtud de un acuerdo previo al segundo mandato de Trump.
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