Esto “ayuda a devolver el honor al éxito y la legitimidad a la aspiración al desarrollo personal”, subrayó el ex jefe adjunto de la Oficina de la Asamblea Nacional (Parlamento) en un comentario publicado en el periódico electrónico gubernamental bajo el título “Hacerse rico es glorioso, es patriotismo”.
El artículo periodístico alude al anuncio hecho por Minh Chinh el domingo último acerca de la próxima convocatoria a un movimiento de emulación nacional para enriquecer, contribuir, construir y proteger la Patria socialista vietnamita.
Aunque todavía no se trataba de una ceremonia de lanzamiento oficial, el mensaje del discurso del Primer Ministro evocaba una ideología de desarrollo inspiradora: enriquecerse –si es legítimo, creativo y responsable– también es un acto patriótico, enfatizó Si Dung.
El también ex asesor ministerial destacó que ese mensaje “también elimina simultáneamente un prejuicio de larga data en la psicología social: la noción de que la pobreza es pureza, mientras que la riqueza es sinónimo de explotación y degradación”.
Durante mucho tiempo, acotó, la mentalidad de “dudar de los ricos” ha provocado que la motivación para hacerse verdaderamente rico sea restringida y a menudo el éxito económico tenga que ocultarse.
De esta manera, “enriquecerse” se establece ahora en la visión nacional como un valor asociado a la emulación patriótica: un cambio profundo en el pensamiento del desarrollo: vincular las aspiraciones personales con los ideales nacionales y conectar las acciones económicas con el espíritu de servicio a la Patria, señaló.
Según el reconocido experto en temas de ciencia política, en una economía de mercado de orientación socialista enriquecerse es un derecho constitucional de todo ciudadano. Pero a medida que el país entra en una nueva etapa de desarrollo, enriquecerse no sólo es un derecho, sino también un deber ciudadano, subrayó.
El enriquecimiento legítimo no sólo genera riqueza a las personas, sino que también crea empleos, aumenta los ingresos presupuestarios, promueve la innovación y difunde valores sociales, escribió Si Dung.
Así – agregó – un hombre de negocios exitoso, un buen agricultor, un joven empresario eficaz: todos pueden convertirse en “guerreros económicos” en tiempos de paz si sus logros contribuyen a la prosperidad general del país.
El artículo puntualiza que cuando enriquecerse deviene ideal cívico, el camino de desarrollo de cada persona está conectado al destino de la nación, y la emulación patriótica se expresa a través de cada acción económica específica, “es entonces cuando estamos construyendo una sociedad socialista moderna, autosuficiente y ambiciosa”.
Hacerse rico es glorioso y patriótico, si la riqueza se construye con las mentes, las manos y los corazones del pueblo vietnamita en pos del futuro de la nación, concluye Si Dung.
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