En un comunicado conjunto, la Comisión de Asuntos de Prisioneros y Exprisioneros, el Club de Prisioneros y la Asociación Addameer denunciaron la implementación de una política para eliminar a los dirigentes del movimiento de detenidos.
Las condiciones en los centros penitenciarios israelíes alcanzaron un nivel de peligro sin precedentes, como parte del genocidio en curso contra nuestro pueblo, advirtieron.
Al respecto, alertaron que, desde el inicio del actual ciclo de violencia, en octubre de 2023, al menos 69 prisioneros palestinos murieron durante el encierro.
No obstante, estimaron que “las autoridades de ocupación siguen ocultando la identidad de un gran número de mártires (…) en medio de una represión sistemática”.
Israel adoptó métodos cada vez más represivos, que incluyen palizas brutales, torturas y privación deliberada de alimentos, lo cual provocó graves lesiones y problemas de salud crónicos, subrayaron.
El comunicado enfatizó que los datos obtenidos tras un número muy limitado de visitas de abogados revelaron el alcance de la violencia utilizada dentro de las celdas, donde las fuerzas represivas utilizaron herramientas como porras, machetes y perros policías.
Relevaron que en la actualidad unos 10 mil 100 palestinos están encerrados en prisiones israelíes, de los cuales unos 400 son menores de edad y 37 mujeres.
Las organizaciones instaron a la comunidad internacional de derechos humanos a asumir sus responsabilidades jurídicas y morales para presionar al gobierno de Benjamin Netanyahu.
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