En los primeros días de esta semana se celebró una audiencia pública en torno a la iniciativa y emitieron sus criterios al respecto líderes sindicales, representantes de los gremios empresariales, congresistas y también los ministros de Trabajo, Antonio Sanguino, y del Interior, Armando Benedetti.
Este último, cuando hizo uso de la palabra, comentó que el Gobierno estima que las reformas sociales han enfrentado bloqueos sistemáticos en el Congreso.
No obstante, reconoció el esfuerzo de los legisladores por analizar la reforma, y aseguró que acude a las discusiones con el mayor interés y para hacer los acuerdos necesarios por el bien de los trabajadores.
“Esperamos que la Comisión esté más del lado de la clase obrera que de la clase dirigente. Aplaudimos el cronograma ambicioso y creemos firmemente en esta oportunidad para avanzar”, refirió.
Consideró que el proceso constituye una nueva oportunidad para restablecer los derechos mutilados a la clase obrera del país con la Ley 789 en 2002.
“Estamos hablando de temas mínimos, como el reconocimiento de las horas extras después de la jornada de ocho horas o el pago de los festivos. Es un proyecto amplio y justo”, manifestó en referencia al contenido de la iniciativa.
El proyecto de ley, que fue aprobado en octubre del pasado año por la Cámara de Representantes, plantea cambios significativos a la legislación laboral, como el establecimiento de una jornada laboral máxima de ocho horas diarias y de 42 semanales.
Dispone también que el tiempo extra trabajado no puede exceder las dos horas diarias y las 12 semanales, en tanto estipula un recargo del 35 por ciento para quienes cumplen sus funciones en la noche.
Otro de los artículos de la propuesta establece doble remuneración por hora trabajada en día de descanso, lo cual se aplicará de manera gradual, empezando con un recargo del 80 por ciento en 2025.
Si la iniciativa recibe el visto bueno en la Comisión Cuarta debe seguir a la Plenaria para su último y cuarto debate.
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