La víspera, el vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE) Tahuichi Tahuichi Quispe denunció que el cronograma hacia esas justas está “judicializado” con acciones legales que pretenden desestabilizar al TSE y condicionar la competencia.
Sostuvo que el Órgano Electoral es objeto de un acoso jurídico, que tiene a estas autoridades “con la soga al cuello”.
Opinó que existe una intención de “ganar en mesa y no en cancha”, en referencia al empleo de recursos judiciales para inhabilitar candidaturas o partidos políticos.
Durante la entrevista al espacio Piedra Papel y Tinta, del diario La Razón, Tahuichi Quispe consideró que tras esta “epidemia” de denuncias existen intereses ocultos a los que no identificó.
“Por ahí hay un titiritero, o una titiritera. Hay que identificarlo. El pueblo es inteligente y sabe quién mueve los hilos. Quieren usar al Órgano Electoral como marioneta”, criticó.
“¿Cuál es la culpa o el culpable? Señalamos a la Asamblea Legislativa. La Asamblea Legislativa no ha blindado esta elección presidencial, tal cual le pedimos, de manera pública, en esa cumbre nacional que tuvimos aquel lunes 17 de febrero para blindar las elecciones presidenciales”.
Precisamente en esa reunión con representantes del Ejecutivo y de todos los partidos, se estableció el compromiso de respetar y respaldar las facultades que corresponden exclusivamente al TSE como poder del Estado.
A tenor de este concepto, antes y después, las máximas autoridades del Tribunal Constitucional Plurinacional y del Supremo de Justicia, también establecieron públicamente ese compromiso.
Sin embargo, cuando ya suman 12 los amparos judiciales contra la legalidad de diversas organizaciones políticas, permanecen en silencio las máximas autoridades de esos órganos del Estado.
“Parecería que quieren llegar a la papeleta, al final, unos cuantos”, insistió el vocal.
El rostro más visible en la ejecución de esta práctica es el autodenominado “activista” Peter Erlwein Beckhauser, quien impulsó una denuncia contra el Frente Para la Victoria (FPV) y el Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol) y logró que el TSE anulara sus personerías jurídicas, con lo cual quedó excluido del proceso electoral el primer expresidente indígena de Bolivia, Evo Morales.
Respecto al MTS, debido a su demanda permanece en un limbo, igualmente, la candidatura a la presidencia de Andrónico Rodríguez, representante del sector indígena y campesino.
npg/jpm
