Una declaración de la Asociación de Estudio de Derechos Humanos de Corea (AEDHC) apuntó que tales actos constituyen una nueva provocación política de Estados Unidos, Corea del Sur y otras fuerzas hostiles.
Se trata, apuntó, de una grave infracción de la Carta de las Naciones Unidas en torno al respeto a la soberanía y la no intervención en los asuntos internos y la soberanía de nuestro Estado,
La AEDHC alegó que en la plenaria se presentaron “datos falsos de toda índole”, con lo que cualquier condena a la RPDC en ese sentido tiene un claro carácter ilegal e intrigante.
Denunció, igualmente que la ONU y la Declaración Mundial de Derechos Humanos están siendo utilizadas como punta de lanza en los intentos infructuosos por derribar el régimen de un Estado soberano.
La RPDC garantiza los derechos humanos a un nivel superior a la norma de la Declaración Mundial de Derechos Humanos y de las convenciones internacionales en materia de DDHH, aseguró.
La protección de derechos humanos -subrayó- es precisamente la defensa de la soberanía nacional.
Por último, advirtió que la RPDC no se cruzará de brazos ante semejante complot y “dará mayor impulso al ejercicio de sus derechos soberanos, destinado a defender la dignidad del Estado y el pueblo y los auténticos derechos humanos”.
mem/asg